domingo, 23 de octubre de 2011

Anoche soñé contigo


Canción dedicada hace bastante tiempo atrás, antes de conocernos en persona...

Mis 30

Llego el día, cumplí 30 y recuerdo que cuando era niña las chicas de 30 para mí eran mujeres mayores, señoras, pero en mi me doy cuenta que no hay cambios. Yo me siento veinteañera total, pero no lo soy.
Hablaba y ponía esa edad de referencia porque me parecía o me sonaba a que los 30 estaban aún muy lejos y que a esa edad yo ya habría sentado cabeza. Pero nada más lejos de la realidad, aunque este esa voz interna: la que escuchamos a diario, vivimos con ella y hemos aprendido a quererla. Esa voz interna es la adultez, sinónimo de realismo y resignación que a veces uno se niega a escuchar.
Aunque nunca me ha aproblemado decir mi edad , no tengo rollos con eso. A esta edad he aprendido a no esperar nada de la vida. Volver a los orígenes, ahora me dejo sorprender, dejo que la vida me vaya diciendo hacia dónde ir, que hacer… En este caso, la semana pasada murió mi disco duro externo y con eso todos los recuerdos que guardé con tanta nostalgia, sin querer me deshice de recuerdos que ya nada tienen que ver con mi vida actual, con las personas que forman parte de ella y se merecen seguir estando ahí y con este entendí que debo practicar mas mi desapego y aprender a soltar.
Y si un día decidí que personas ya no debía estar  en mi vida fue por un gran conjunto de motivos de peso, potentes. Y esos motivos nunca se los llevó el viento, ni siquiera las palabras, es triste pero es así, tú no has aprendido de los errores y yo no he podido perdonarte.
Ahí uno puede decir que tiene la suerte de tener muchos buenos amigos (que me encargo de cultivar día a día) porque es algo valioso, que si eres capaz de cuidarla, crece y crece, se fortalece y perdura, como las plantas.
También le agradezco a mi amante el volver a Chile en el momento en que me sentí más vulnerable y triste, el hecho de pasar las 12 el día de mi cumpleaños con el me gusto, fue uno de mis mejores regalos… Es que el me gusta mucho, me gustas porque me hace reír de verdad y como nadie, como nunca. Me gusta porque le gustó el juego de conversar horas por msn, me gusta porque a cada una de sus miradas, le seguía cada uno de mis besos, me gusta porque a su lado hacía más calor, y al mismo tiempo, sentía escalofríos con la yema de sus dedos entre mi oreja y mi cuello. Me gusta porque me haces feliz con muy poco. Me gusta porque lo deseaba durante muchos años y sin importar la distancia hacías despertar todos esos sentimientos. Me gusta sentir cuando estamos juntos su respiración suave y latente. Me gusta porque no puedo remediarlo.
Yo soy muy afortunada por disfrutar de maravillosas amistades, que hacen esfuerzos por comprenderme, que me ayudan, me motivan y se acuerdan de mí, en mi cumpleaños.... aunque no es lo más importante, es un bonito detalle.
Si reflexiono la verdad puedo decir que estoy orgullosa de mí. Porque vuelvo la vista atrás y he hecho casi todo lo que quise hacer, conservo todos esos amigos que no me gustaría perder, he exprimido cada minuto, cada experiencia, cada beso. He cumplido la mayoría de mis fantasías, he disfrutado, reído y aunque a veces he perdido siempre he jugado al 100%, dándolo todo, con la intensidad de quien sabe que cada instante es único, irrepetible. No cambiaría ni una coma porque lo que no ha salido tan bien me ha ayudado a hacerme más madura, más fuerte, más yo. Vuelvo la vista atrás y me gusta lo que he vivido, me gusto, estoy contenta con lo que he logrado, con la persona que he llegado a ser y sobre todo, estoy contenta de gustarme así.
Celebro estar viva, rodearme de gente especial, andando y viendo, buscando el equilibrio... Libre, pero cauta, aun tengo muchos sueños por cumplir y que están en camino de realizarse, aunque deberán transcurrir algunos años más para eso… Pero como dije en una ocasión, esta vez estaré sin apuro.

jueves, 6 de octubre de 2011

Non Stop


Una siempre tiene un tipo que no conviene nada. El chico malo que te deja boquiabierta en cada caricia y que exuda morbo. Y sabes que no debes porque engancha, porque es como una droga que te deja tan saciada que a la vez te convierte en insaciable y los siguientes 3 días no vas a poder quitarte de la mente sus besos, sus miradas, sus gemidos. Pero no te puedes resistir.
Ese que hace 1 año le di la bienvenida a Chile a todo sexo, ese que me llama, me embauca con su postura de niño bueno y nos juntamos, por que no puedo evitarlo... No hablo de mariposas en el estómago, no hablo de cursilerías ni de sentimientos, hablo de sensaciones, de placer, de deseo, de vicio, de gusto. De eso hablo. Y de nada más.
Ha ratos lo odio porque después de unos días me vuelven los pedazos que me quedan de nuestro encuentro y los repaso una y otra vez en mi cabeza. Lo odio porque después de semanas sin acordarme de él, ahí aparece nuevamente, para hablar de eso, del rico polvo que tuvimos y planear el siguiente.
Y se me viene a la cabeza una frase que el tarado me ha dicho una y otra vez: “Esta es la última vez que nos vemos”, me lo dice mientras me da fuerte y duro, después mas tranquilos sigue con su idea de terminar con esto, borrarnos del msn y cortar con todo, lo miro incrédula, por que creo que no era necesario que me lo explicara con sexo, ademas basta que uno lo quiera y esto se acaba, osea, estamos a un click de terminar todo... Y al día siguiente ahí esta, conectado al msn, y me doy cuenta que estamos en el mismo punto donde lo habíamos dejado.
Por eso creo que es mejor no explicarnos nada. Todo fluye, así, sin esfuerzo, simplemente fluye, al final de todo 1+1 siempre suman dos. Pero siempre lo hacen de una manera distinta.