domingo, 2 de marzo de 2014

Reencuentro

 Mi nueva  historia no funciono, para ser más explícita, teníamos gustos diferentes en la cama y a mí me gusta el sexo guarro, pasaron unos días y reapareció mi antigua historia, yo estaba decidida a cortar con él, pero al ver que mi nueva historia se extinguió  y luego de 3 llamadas en la tarde, diciéndome que me quiere ver, cedí y le dije que viniera a mi casa.

Cuando le dije que viniera, se demoró 10 minutos, mientras sentía  una bruma que me envolvía  y sentía la misma sensación que hace 3 años. Estoy esperándolo en mi casa  pero en realidad estoy a la vez en aquella esquina donde nos juntamos la primera vez. Han pasado sólo semanas sin vernos  pero me vuelvo a sentir como entonces. Abro la puerta, nos miramos y reímos, pero  sigue siendo puro morbo, pura fibra. Y vuelvo a sentirlo, vuelvo a quemarme por dentro, siento un ardor que arrasa mis entrañas, mi colales  y la poca sensatez que me queda.

 Comenzamos besando con esas ganas que sólo se consigue reencontrándose, me  lanzo a su cuello (recuerdo que eso le encantaba tanto como a mí). Lo mordisqueo y lo beso.

 Me mira, sonríe, pero en los ojos tiene ya ese brillo que recuerdo tan bien, ese brillo que siempre precedía a una tempestad.

Hay cosas que no cambian, permanecen, lo demás fue revivir lo de siempre con las ganas de ahora.
Me faltan palabras para describir esa especie de fuego que nos quema cuando estamos desnudos, el ardor de los besos que abrasan, las embestidas de la pasión.
Pero si al principio me acechaba el miedo que no nos volveríamos a ver, ahora estoy segura que a él no le importa nada, con tal que sigamos follando y eso me acomoda mucho.