sábado, 27 de abril de 2013

Hay cosas que no se explican


 Y volvió a suceder… Las citas han sido dos viernes seguidos y como siempre, nada se cuestiona ni discute, sólo follamos con el ímpetu de quién cree  que este es el último polvo, la última vez,  aun sabiendo que no es así.
 Se ofrece y me hace entregarme porque no puedo negar que me enloquece verlo llegar  así. Nos quitamos la ropa en un minuto, no estamos cachondos, estamos en un nivel superior. Estoy tan puta que cada roce me estremece, las hormonas bailan al son de sus dedos.
 Me mojo más cuando me mira. Se me endurecen los pezones cuando lo veo así de cachondo.
Tiene su morbo no conversar,  ni decir mucho y solo interpretar el mensaje del cuerpo, para terminar en un orgasmo intenso, pero sobre todo, largo, que contradice la prisa que hemos invertido en saciar nuestros cuerpos. 

Nos quedamos exhaustos en la cama y me mira buscando en mi rostro la confirmación de que me ha gustado tanto como a él. Y la encuentra, por mis mejillas enrojecidas, mis ojos vidriosos, mi pelo desordenado, me boca hinchada y mi sonrisa son la mejor prueba de ello.





jueves, 4 de abril de 2013

No me puedo resistir



 Hay días raros. Épocas raras. Creo que llevo tiempo en una de esas épocas. Lo que pasa es que igual ya estoy acostumbrada a este ritmo.
 Muchas cosas no han pasado desde el último post, de momento sigo soltera y sin compromiso. Tengo mis historias, pero él sigue ahí, al parecer hay algunos hombres a los que parece que no me quito de encima, pasan como Pedro por su casa en mi vida, revolviendo todo, siempre es así, me desparezco de vez en cuando y él me llama porque anda cerca y yo acepto y le digo que suba.
Y es ahí donde nos entregamos al juego de la seducción o simplemente a un desahogo, a un intercambio de gemidos y orgasmos sin ningún fin más allá que el de esos minutos de placer. Sin darle mayor importancia, sin hacer de ello un mundo.

Sabía, sabía que iba a desequilibrar mi mundo, el tipo del que me refiero es el mismo del que me he referido con anterioridad y justo cuando estoy decidida a buscarme algo serio y terminar con todo, aparece. Ya lo hemos hablado antes, tanto como de parte del, como de parte mía, “este es nuestro ultimo polvo” pero nunca ha sido el ultimo, no sé si entiende todo lo que digo o simplemente sigue sin querer entenderlo y ahí me hace seguir en este juego.
La sensación es como si juntaras dos imanes que se atraen y encima le agregas una cuota de placer... Ufff, entonces no hay quien nos separe. Y en nuestro caso siempre aceptamos   imantarnos a nuestras lenguas, pegarnos a nuestros cuerpos, absorber nuestra energía en forma de orgasmos.
Esta vez,  no sé si nos volveremos a ver,  pero ha sido rico como siempre,  tan bueno que creo que volveremos a caer en la trampa, en la situación de no poder decir que no, de no poder negar la atracción que sentimos y la química que tenemos, solo  el tiempo lo dirá, porque yo no lo quiero buscar, pero siempre me busca él y yo vuelvo a tropezar con la misma piedra, dicen que una cosa es tropezar con la misma piedra y otra es ya agarrarle cariño... Y parece que esto se trata de eso, hace un tiempo atrás me lo explico con este tema.