domingo, 25 de noviembre de 2012

Ahora son 31...


   Ya esta… Son 31  y  aún me cuesta creer que cumplí 31, yo la verdad me siento de 18, incluso me salió  una espinilla, pero a ojos del mundo parece ser que el tiempo no perdona.

  Ahí también uno ve que vive etapas distintas,  casi todo el mundo que te rodea, está emparejado. Ves parejas por todos lados, todo el mundo se quiere, se adora y tu ahí viviendo sola con tus aventuras. De pronto todo el mundo se casa, se va a vivir "en pecado" o se compra casa, y tú sigues ahí, viviendo en un depto sola y sigues con tus  aventuras. Y me doy cuenta que por ahora no tengo ganas de depender de nadie para hacer las cosas, ni para sentirme bien o mal. No necesito a nadie que me haga reír ni me hace falta nadie que nuble mis días.

  No quiero decir que no quisiera tenerlo, sí quiero, pero en un futuro. No ahora. Quiero hacer las cosas que me gusta hacer sin conversarlo  con nadie antes, quiero ir a los lugares que quiera sin tener que suplicarlo, quiero llamar a quien me dé la gana llamar,  enviar un mensaje sólo cuando quiera hacerlo y no cuando tenga que hacerlo o gastar la plata que quiera en un cuadro y ponerlo donde quiera sin que nadie me lo critique.

  Me siento bien. Llevo ya un tiempo así y me gusta. Voy a aprovechar este momento al máximo, a sacarle todo el jugo, quiero disfrutar de mi independencia porque llegará un día (y llegará) en el que querré complementar  mi vida a la de alguien y, aunque conserve mi parcela de independencia, tendré que compartir y querré además hacerlo.

  Es que a esta edad, ya me siento más resuelta, ya se aprende a distinguir las estupideces de las aciertos, pero es necesario equivocarse.  Hay algunas tonteras que te divierten, además la  vida ya es bastante enredada  como para tomársela con tanta seriedad. Y la juventud siempre otorga ventaja. Así que, como dije alguna vez, la juventud se acabará algún día, pero siempre podremos contar con la inmadurez… Salud por eso.