Creo que escribo con sentimiento y realismo porque mi blog es eso, sentarme y ponerle palabras, escupir en un teclado lo que me pasa, lo que me llena por dentro.
Y así suele ser el proceso cuando escribo un post. Me siento aquí, recuerdo y los dedos se deslizan solos por el teclado, todo fluye. Eso no es más que plasmar sentimientos, sensaciones, escalofríos, pálpitos, decepciones, paranoias. También hay meses en que no siento ganas de escribir y no escribo.
Pero se que talento literario no tengo porque para mi eso es saber escribir sobre cualquier cosa. Inventar un personaje, una situación, un escenario y darle vida, hacer al resto vibrar con esa historia que surge sólo de tu imaginación. A mí eso no me sale. No conseguiré nunca implicarme en una historia inventada.
Esta vez incluso dudo de si soy capaz de escribir el blog. Porque llevo semanas estancada en este post. Yo, que releo las cosas una vez, llevo un montón de párrafos iniciales, varias maneras de contar el final, frases que no me convencen y al final sólo tengo una colección de párrafos inconexos y desconectados que he cambiado mil veces y que no acaban de describir lo que yo en realidad quiero contar. Y no puedo enlazarlos en una historia coherente.
Sea como sea, aquí voy a estar, diciéndole al mundo lo que quiero, lo que pienso, lo que siento. Vivir sin pasión es vivir muerta. El día que deje de vibrar con un trabajo, con un beso, una canción, una foto, un recuerdo o un Hola de mis papas ya sé, estaré muerta... Por eso me reinvento, para no morirme, ahora siento que necesito extrañar a las personas y reencantarme un poco, ya tengo la decision casi tomada, solo espero que pasen los meses y comenzare otra nueva etapa...
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